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07/03/2014

De predoc a jefe de grupo, 4 testimonios de mujeres en el VHIR

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07/03/2014

En motivo del Día de la Mujer, recogemos relatos de investigadoras en diferentes niveles de la carrera científica

En motivo del Día Internacional de la Mujer, hemos querido hablar con cuatro investigadoras en diferentes niveles de la carrera científica en el Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) para que nos expliquen cuál es su experiencia en este mundo que, según los "http://www.uis.unesco.org/_LAYOUTS/UNESCO/women-in-science/index.html#!lang=en" últimos datos publicados por la UNESCO, todavía es mayoritariamente masculino, tanto a nivel internacional, con un 30% de mujeres, como a nivel español, con un 38% de mujeres que se dedican a la investigación. En el VHIR no obstante, las estadísticas se invierten, ya que el 75 por ciento del personal dedicado a la investigación biomédica son mujeres. Matilde Lleonart, jefe de grupo de investigación de Oncología y Patología Molecular. 43 años"Creo que nos han vendido la moto con eso de la mujer trabajadora… ¡Es muy difícil compaginar este trabajo tan estresante con los niños! Tenemos mucha presión por publicar y si no obtienes un resultado es como si no tuvieras nada, independientemente del esfuerzo y de las horas que hayas invertido en la investigación. Por eso, al menos en mi caso, creo que el apoyo de la pareja es crucial para poder con todo. Yo ahora estoy embarazada de 7 meses y medio y ya sé que el 1 de septiembre tendré que estar aquí en el laboratorio como un clavo, ya que la baja de maternidad es claramente insuficiente en España. No obstante, también estaré aquí porque tengo un compromiso moral con la ciencia y con mis estudiantes de máster, predoctorales y postdoctorales, y no puedo dejar el grupo a la deriva.Para llegar hasta donde he llegado, reconozco que a veces he tenido que luchar más que los hombres para llegar al mismo lugar y, de hecho, cuando empecé a ser predoctoral en otros centros de investigación, tanto en España como fuera, mi salario era diferente al de otros hombres con el mismo puesto. Pero a pesar de todo, ahora soy feliz porque hago lo que me gusta y admito que cuando sale una publicación de mi grupo, se me olvidan todos los esfuerzos y los sufrimientos. Por eso animo a todas las mujeres a que usemos nuestra fortaleza moral, porque si hay algo que te gusta, ¡hay que luchar por ello porque se puede!"Marta Ribases, investigadora Miguel Servet del grupo de Psiquiatría, Salud mental y Addicciones. 36 años“He tenido dos niñas y trabajé hasta el último día del embarazo en los dos casos, y durante la baja maternal mi rendimiento científico no mermó. Mi trabajo tiene un componente de bioestadística y de bioinformática que me facilita conciliar la vida profesional y personal porque también puedo trabajar desde casa. Aún y así, siento que a veces tenemos que hacer malabares, pero eso tanto mujeres como hombres, para poder compaginar la familia con la alta dedicación que requiere nuestra profesión: hemos de ir a congresos, a meetings y se premia el estilo de vida más nómada, que es difícil de alcanzar cuando ya tienes una familia. Nunca he tenido la sensación de que me perjudicara ser mujer. Es cierto que el porcentaje de mujeres se invierte a partir de cierto punto de responsabilidad, pero creo que desde la administración se está intentando potenciar el papel de la mujer en la investigación, aunque todavía no se está haciendo visible. Por ejemplo, las convocatorias europeas y nacionales ya tienen en cuenta la paridad de género y compensan la maternidad alargando el tiempo para presentarse. Por eso confío que de aquí a unos años sí que podremos ver a la mujer en la etapa más sénior de la carrera científica”. Laia Chavarria, investigadora postdoctoral del grupo de Enfermedades Hepáticas. 33 años"Nunca me he encontrado con ninguna dificultad añadida por ser mujer y he sentido que mi jefe me ha dado siempre todo el apoyo posible. Y no solo yo, en nuestro grupo otras compañeras han tenido hijos y no ha habido diferencias. Está cambiando la sensibilidad.A las posiciones elevadas de poder creo que sí que es más complicado llegar si eres mujer. No sé bien bien por qué, pero quizás lo que viene asociado a la mujer (ser madre) nos coge en una época de crecimiento profesional y te tienes que plantear no ir tan rápido como un hombre.Para evitar las diferencias se tienen que cambiar algunos conceptos sociales. Es evidente que después de tener un hijo tu carrera se tiene que parar durante un tiempo, aunque hoy en día hay más hombres que se cogen el permiso de paternidad. Creo que mi entorno está más sensibilizado sobre el cambio que tiene que experimentar la vida profesional de la mujer. Quiero pensar que en un futuro la situación se normalizará y las mujeres que se están formando ahora llegarán también a posiciones directivas".Celia Fernández, investigadora predoctoral del grupo de Patología Cardiocirculatoria. 30 anys"No me he encontrado con ningún problema por ser mujer. De hecho, estamos viviendo en la época con más mujeres que hombres en investigación, las estadísticas se están suavizando en los últimos años. En cambio, en los cargos más altos sí que hay una diferencia entre hombres y mujeres, pero viene de generaciones anteriores. Las mujeres, en un momento determinado de nuestra carrera, nos topamos con un techo de cristal contra el cual no podemos luchar, y no sabemos muy bien por qué. Pero creo que nuestra generación cambiará esta tendencia, tenemos que luchar por ello porque es posible.En mi caso particular, fuera de España me siento más cómoda porque no me ven como mujer sino como investigadora. Me siento más valorada, más neutra y profesional. Hay menos diferencia de géneros, supongo que por el contexto histórico de cada país. Por ello, los derechos sociales y laborales de la mujer tienen que cambiar mucho. Pero también tienes que cambiarlos tú misma en casa. Hay que ser fuerte y luchar por lo que se quiere a nivel personal. Una revolución empieza en tu casa.Las legislaciones del futuro tienen que ser neutras para que no haya diferencias entre géneros, los hombres y las mujeres tienen que tener los mismos beneficios ante la maternidad. No creo que la discriminación positiva sea efectiva".*El VHIR cuenta desde el 2011 con un plan de igualdad para garantizar las mismas condiciones y oportunidades a mujeres y hombres y hacer de la igualdad de género uno de los objetivos del instituto. Por eso, durante los últimos tres años se han llevado a cabo acciones concretas, como por ejemplo elaborar un código ético de igualdad de oportunidades y comunicarlo a toda la plantilla, y fijar los horarios de las reuniones teniendo en cuenta la conciliación de la vida personal, familiar y laboral del personal.

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