15/02/2025 El deporte anota un triple contra el cáncer infantil: activa las defensas, acelera la recuperación y mejora la salud emocional < > 15/02/2025 El Día del Cáncer Infantil, Vall d’Hebron y la Federación Catalana de Baloncesto reivindican en la I Jornada "Deporte, Rehabilitación y Cáncer" el ejercicio físico como herramienta terapéutica antes, durante y después de un tratamiento oncológico Dos leones, uno pequeño y otro grande, que representan las dos leucemias que ha superado, a los dos y a los 17 años. Son los tatuajes de Izan Balañà. El león más grande es como el que lleva Ricky Rubio en el brazo, y no es una casualidad. Se conocieron durante la pandemia, cuando Izan sufrió una recaída, en una visita que el jugador de baloncesto, entonces en la NBA, realizó a los niños hospitalizados en la planta de oncología pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron. “Esta recaída no la esperaba nadie. Tenía 17 años, jugaba al baloncesto, estudiaba un grado relacionado con el deporte... estaba en un momento pletórico. En aquella visita, Ricky me prometió que cuando saliera jugaríamos un partido de baloncesto, y prepararme para ese encuentro fue un estímulo en mi recuperación, aunque hubo días en los que no quería ver ni en pintura a mi fisioterapeuta, Denys Santa Marina”, recuerda. Izan Balañà ha sido uno de los pacientes que han compartido su experiencia en la I Jornada sobre “Deporte, Rehabilitación y Cáncer”, organizada por el Hospital Universitario Vall d’Hebron y la Federación Catalana de Baloncesto en el Hospital Universitario Vall d’Hebron con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil. Hoy, Izan, inspirado por su fisioterapeuta Denys Santa Marina y por su propia experiencia, estudia el doble grado de Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Quiere dedicarse a la fisioterapia oncológica. En la jornada, demostró su vocación: tras lanzar unos tiros con los pacientes y jugadores de baloncesto que participaron en el evento, habló con dos chicos que están pasando por el mismo proceso que él vivió hace cinco años, un trasplante de médula. La conversación terminó con un “gracias” y un abrazo. “Solo por hacer posible estos encuentros ya ha valido la pena la iniciativa”, coincidieron las doctoras Judith Sánchez Raya, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación de Vall d’Hebron, y Silvia Treviño, coordinadora de BQ Salut de la Federación Catalana de Baloncesto (FCBQ), dos de las impulsoras del proyecto. Mil niños diagnosticados de cáncer cada año Cada año, un millar de niños son diagnosticados de cáncer en España, entre 100 y 120 en el Hospital Universitario Vall d’Hebron. Aunque representan solo un 1% de todas las neoplasias, el cáncer infantil es la segunda causa de muerte en niños y adolescentes, solo por detrás de los accidentes de tráfico. Para concienciar, movilizar recursos e incentivar la investigación, el 15 de febrero se celebra el Día Internacional del Cáncer Infantil. En este marco, Vall d’Hebron y la Federación Catalana de Baloncesto han organizado una jornada centrada en los beneficios de la actividad física antes, durante y después de un tratamiento oncológico, en la que pacientes, familiares, jugadores de baloncesto y profesionales de la salud han compartido charlas, proyectos y mucho juego. El Dr. José Manuel Domínguez, subdirector asistencial de Vall d’Hebron, y Miquel Sans Cuffi, miembro de la Junta Directiva de la FCBQ, han inaugurado el evento. Como explica el Dr. Lucas Moreno, jefe del Servicio de Oncología y Hematología Pediátricas y del Grupo de Cáncer y Enfermedades Hematológicas Infantiles del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), el cáncer no es una sola enfermedad, sino alrededor de 40 patologías con múltiples causas y pronósticos, que tienen en común una mutación genética que provoca un crecimiento descontrolado de las células. En el caso de los adultos, estas mutaciones suelen estar relacionadas con el envejecimiento o la exposición a sustancias cancerígenas. Sin embargo, en los niños, las mutaciones están asociadas al desarrollo, aunque conocer las causas sigue siendo un reto. La investigación ha logrado elevar la tasa de supervivencia a cinco años hasta el 83,9% en niños de 0 a 14 años en las últimas décadas, según el Registro Español de Tumores Infantiles (RETI-SEHOP). También ha demostrado que la actividad física antes, durante y después del tratamiento oncológico no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también puede ayudar a reducir los efectos secundarios y el riesgo de recaídas. “El ejercicio es una herramienta clave en la rehabilitación del paciente con cáncer infantil. No solo mejora la condición física –tiene beneficios cardiovasculares, metabólicos, activa las defensas y reduce problemas cognitivos–, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental y emocional”, señala el Dr. Lucas Moreno. Un enfoque personalizado según el tipo de cáncer y tratamiento En el Hospital Universitario Vall d’Hebron, la actividad física y el deporte, siempre adaptados a cada momento y a cada niño, forman parte del tratamiento desde el diagnóstico. El equipo de Medicina Física y Rehabilitación, con la Dra. Judith Sánchez Raya, la Dra. Esther Toro y el fisioterapeuta y profesor de Fisioterapia Oncológica Denys Santa Marina, ha presentado su modelo de trabajo, en el que la familia ocupa un papel central. “No todos los cánceres pediátricos afectan igual al cuerpo. Las leucemias, los linfomas y los tumores de órganos sólidos tienen impactos diferentes. Por eso, cada paciente requiere un abordaje específico según su edad, estado físico y posibles secuelas. Además, implicamos a las familias para que la actividad física tenga continuidad más allá de nuestras sesiones”, explica la Dra. Judith Sánchez Raya. Los efectos secundarios de la enfermedad y de los tratamientos pueden provocar debilidad muscular, afectaciones cardiorrespiratorias y fatiga crónica. “Hay niños y niñas que se cansan con actividades básicas del día a día. Por eso, hacemos una evaluación individualizada y adaptamos la rehabilitación a cada fase del proceso”, detalla la Dra. Esther Toro. Los especialistas dividen la rehabilitación en cuatro fases, que pueden solaparse según las necesidades del paciente. La primera es la prehabilitación, que se realiza antes de iniciar el tratamiento oncológico con el objetivo de preparar al paciente para estar en las mejores condiciones físicas posibles. Luego, se trabaja la rehabilitación restaurativa, enfocada en corregir y compensar las secuelas del tratamiento, como la pérdida de fuerza por neuropatías o la recuperación de la movilidad tras una cirugía. Durante el proceso oncológico, se implementa la rehabilitación de apoyo, que ayuda a mantener la funcionalidad y la calidad de vida a pesar de los efectos secundarios. Finalmente, para los pacientes en estadios avanzados, se lleva a cabo la rehabilitación paliativa, que se centra en garantizar el máximo confort y bienestar. Un niño debería hacer 60 minutos de actividad diaria, pero tanto la enfermedad como la estancia hospitalaria lo dificultan. Además del ejercicio terapéutico en sala, se fomenta la actividad al aire libre o en espacios comunes. “Si se encuentran bien, intentamos sacarlos de la habitación y llevarlos al área terapéutica para que interactúen con otros niños. Esto no solo les ayuda físicamente, sino también emocionalmente”, comenta Denys Santa Marina, a quien le gusta introducir juegos, retos y ejercicios diferentes, para motivar a los pacientes y crear adherencia. El baloncesto como ejemplo de superación La jornada contó con figuras del mundo del deporte. Las jugadoras Ainhoa López (Uni Girona) y Martina Claramunt (Jac Sants), ambas tratadas de leucemia, emocionaron al compartir cómo el deporte les ayudó en su recuperación. “Bota por la Vida” Para cerrar la jornada, las doctoras Judith Sánchez Raya, Silvia Treviño, y la entrenadpora Cristina Oñate presentaron el proyecto “Bota por la Vida”, una iniciativa de la Federación Catalana de Baloncesto que promueve la actividad física entre niños con cáncer. Con un mensaje claro: “más zapatillas y menos pastillas”, el deporte se reivindica como una herramienta terapéutica fundamental para la recuperación. La I Jornada sobre “Deporte, Rehabilitación y Càncer”, organizada por Vall d’Hebron y la Federación Catalana de Básquet brindó encuentros inspiradores entre pacientes, ex paciente, jugadores y profesionales de la salud Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp