01/02/2018 El proyecto europeo MAGBBRIS, coordinado por la Dra. Anna Rosell, recibe financiación del Instituto de Salud Carlos III en la convocatoria EuroNanoMed III 01/02/2018 Queremos conseguir que el producto terapéutico llegue a las zonas del cerebro que más nos interesan con mayor eficiencia y de manera prolongada en el tiempo mediante una nanocápsulas. El proyecto "Nuevos materiales magnéticos para la reparación del cerebro y la obtención de imágenes después de un ictus" (MAGBBRIS por sus siglas en inglés) que coordina la Dra. Anna Rosell, jefe del grupo de investigación en Enfermedades Neurovasculares de Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha estado seleccionado en el marco de la convocatoria europea EuroNanoMed III, y recibirá 150.000 euros de financiación por parte del Instituto de Salud Carlos III, como partner de este nuevo consorcio europeo. Actualmente no existe ningún tratamiento farmacológico para los pacientes que han sufrido un ictus o accidente cerebrovascular más allá de la fase aguda de la enfermedad, en la que los tratamientos de reperfusión son la única opción terapéutica en las primeras horas de la manifestación de la enfermedad. Después, para aquellos pacientes que sobreviven al ictus con disfunciones neurológicas, los programas de neurorrehabilitación son esenciales para mejorar su capacidad funcional, pero aún insuffients en muchos casos en que los consecuencias de la enfermedad limitan la capacidad funcional de los pacientes en la vida diaria. El uso de nuevos fármacos o productos derivados de terapias avanzadas (como las terapias celulares) han sido testados como estimuladores de la reparación y plasticidad cerebral después del ictus en estudios preclínicos y clínicos. Pero el gran reto es la administración segura con una adecuada liberación a nivel cererbal en las zonas de interés. En cuanto a la administración de ciertos secretoma (factores secretados por células endoteliales progenitoras), el grupo de la Dra. Rosell ya ha demostrado en un modelo pre-clínico que su administración libre por vía intravenosa "tiene propiedades reparadoras, es decir, que en un cerebro dañado por la isquemia cerebral, muestra capacidad para activar algunos mecanismos y procesos de regeneración y plasticidad cerebral (como la angiogénesis)", tal como comenta la Dra. Rosell. Por tanto, ahora, "con este nuevo proyecto lo que queremos es ser más eficientes en su liberación en el cerebro, en llegar a las zonas que más nos interesan y de manera prolongada en el tiempo", añade. El proyecto se desarrolla en el contexto de la isquemia cerebral (modelos de ictus en ratones) y el objetivo es "generar una nanocápsulas biocompatible y biodegradable de PLGA combinada con material magnético (SPIONs, superparamagnetic iron oxid nanoparticles) en la que transportar el secretoma de las células progenitoras hasta zonas del cerebro donde queremos estimular la neuroreparación, mediante un dispositivo magnético (imán) externo", comenta. Esto permitirá "ser más eficientes en la llegada del producto terapéutico en la zona de interés, conseguir que se mantenga su liberación en el tiempo y también se podrá visualizar, ya que el óxido de hierro de la nanocápsulas actúa como agente de contraste y se puede detectar por resonancia magnética (RM)", detalla la Dra. Anna Rosell. En los próximos 3 años, el proyecto MAGBBRIS desarrollará 5 objetivos en colaboración entre los participantes del consorcio: generar el biomaterial para el tratamiento, demostrar su efectividad tanto en modelos in vitro de remodelaciones neuro-vascular como de isquemia cerebral in vivo monitorizando los posibles efectos tóxicos, visualizar la llegada de las nanocápsulas a nivel cerebral por diferentes técnicas de imagen preclínica (en este caso, RM y PET), generar los dispositivos magnéticos adecuados y, por último, gracias a una empresa del sector biotecnológico de Polonia, se podrá demostrar el proceso de industrialización del producto terapéutico. En total, el proyecto MAGBBRIS ha recibido 958.984 euros que se reparten entre los seis partners europeos que forman el consorcio que coordina la Dra. Rosell, entre ellos la Dra. Anna Roig, profesora del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona ICMAB-CSIC, investigadores del Universidad de Artois en Francia, del Hospital San Rafaelle de Milán en Italia, del centro de física experimental de Kosice en Eslovaquia, y la empresa PureBiologics de Polonia que es la encargada de demostrar que este proceso se puede hacer a escala industrial. Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp