26/01/2022 Un estudio de Vall d’Hebron relaciona el impacto de la obesidad con el deterioro cognitivo 26/01/2022 Los mecanismos de la obesidad que causan un deterioro cognitivo leve son similares a los de la diabetes tipo 2. La grasa es una toxina cerebral potente y supone un factor de riesgo: causa un retraso en el tiempo de reacción, tanto en la función ejecutiva y como en la de atención. La Unidad de Obesidad del Hospital Universitario Vall d’Hebron, adscrita al Servicio de Endocrinología y Nutrición, ha realizado un estudio que muestra la relación de la obesidad mórbida con el deterioro cognitivo leve en pacientes jóvenes. "Sabemos que la grasa es una toxina cerebral potente y la obesidad supone un factor de riesgo en el deterioro cognitivo leve", explica la Dra. Andreea Ciudin, jefe de la Unidad de Obesidad del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo de Vall d’Hebron Investigación, liderado por el Dr. Rafael Simó. Para el estudio se contó con 80 pacientes con obesidad mórbida del programa de cirugía bariátrica y se equipararon en edad y sexo con 30 controles sanos. Todos los pacientes se sometieron a una evaluación cognitiva, un test habitual de screening y el Montreal Cognitive Assesment Test-MoCA. Y como novedad una prueba que Vall d’Hebron ha demostrado que es útil para analizar y monitorizar la capacidad cognitiva de pacientes con diabetes de tipos 2 menores de 65 años: la microperimetría de la retina. Esta prueba es rápida, sencilla y no depende del estado del ánimo del paciente, a diferencia de los tests neurocognitivos. "Es una prueba física en que el/la paciente tiene que apretar botones en función de las luces que ve en una pantalla", resume la Dra. Andreea Ciudin. La microperimetría de la retina es una prueba para diagnosticar y monitorizar trastornos cognitivos en pacientes con diabetes tipos 2. En esta línea, el Dr. Rafael Simó, jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición y del grupo de Diabetes y Metabolismo de Vall d’Hebron Investigación, coordina el proyecto europeo RECOGNISED que tiene como objetivo principal explorar la evaluación de la retina a través de la microperimetría como herramienta para identificar la diabetes tipo 2, un factor de riesgo independiente para desarrollar deterioro cognitivo y demencia. La Dra. Andreea Ciudin explica que los mecanismos por los cuales la obesidad induce al deterioro cognitivo son parecidos a los de pacientes con diabetes tipo 2. Ambas enfermedades presentan resistencia a la insulina, que se relaciona con alteraciones funcionales –aumento de la permeabilidad de la sustancia blanca, presentes en fases precoces incluso en edad infantil– y estructurales –activación glial y neurodegeneración en fases más avanzadas–. La microperimetría evalúa dos parámetros independientes: la sensibilidad de la retina, que se relaciona con la neurodegeneración, y la fijación de la mirada, que depende de los circuitos complejos de la sustancia blanca cerebral. Los y las pacientes jóvenes con obesidad tienen una alteración en la hora de fijar la mirada, correlacionada con la resistencia a insulina, pero no en la sensibilidad de la retina, a diferencia de los pacientes con diabetes tipo 2, que presentan alteraciones de los dos parámetros. Los investigadores señalan que en la alteración de la fijación de la mirada jugaría un papel fundamental la afectación de la sustancia blanca y no tanto una neurodegeneración como el principal nexo entre la obesidad y el deterioro cognitivo. Los y las pacientes que participaron en el estudio se sometieron a las dos pruebas –test MoCA y micropetimetría de la retina– antes y doce meses después de someterse a una cirugía bariátrica para reducir peso. Un año después de pasar por quirófano, la reducción de peso ha sido significativa, ha mejorado la puntuación global del test de memoria (a expensas del recuerdo diferido), aunque se detecta un empeoramiento de la atención, la función ejecutiva visuoespacial, así como los parámetros de la fijación de la mirada de la microperimetría. Esto sugiere que es posible que varias áreas del cerebro respondan de manera diferente a los cambios inducidos por la cirugía bariátrica durante el primer año. Este estudio piloto abre el camino hacia nuevos estudios para profundizar la relación entre la obesidad y el deterioro cognitivo, para poder entender el impacto de las varias estrategias para perder peso (dieta, fármacos, cirugía bariátrica), ofrecer al paciente una atención personalizada y la mejor opción terapéutica. Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp