“Sant Jordi és una rosa mig declosa”, dice el poema más famoso de Josep Maria de Segarra, un clásico que aprenden los niños en las escuelas y los adultos no olvidan, aunque pasen los años. “Sant Jordi es una rosa medio abierta, pintada de rojo y de desazón (...) y con ella tiene más sangre adentro las venas para hacer frente a todos los dragones del mundo”, continúa el poema. En el Hospital Universitario Vall d'Hebron, Sant Jordi también es una rosa, valiente y poderosa, pero sobre todo es una rosa solidaria. Este año, la campaña #CadaPacientUnaRosa, con la cual toda la ciudadanía puede regalar rosas solidarias de Vall d'Hebron a los y las pacientes hospitalizados, ha batido todos los récords. Se han regalado 3.695 rosas, que se traducen en 29.560 euros. El Hospital agradece a todas las personas que han puesto su granito de arena para hacer un hospital más amable, mejorar el bienestar de los y las pacientes y ayudar a proyectos de investigación de enfermedades que ahora no tienen cura.

Las rosas que por Sant Jordi se han repartido a los y las pacientes han sido triplemente solidarias. El dinero financia tres iniciativas. En primer lugar, proyectos de investigación biomédica que ayudan a encontrar soluciones a enfermedades que actualmente no tienen cura y a mejorar tratamientos actuales. En segundo lugar, proyectos de humanización e innovación que impactan de forma positiva en el bienestar emocional de los y las pacientes y hacen del Hospital un lugar más amable. Y, en último lugar, se colabora con la entidad social ‘El lugar de la Mujer’, porque todas las rosas están elaboradas a mano y con mucho aprecio por mujeres en riesgo de exclusión social. 

En nombre de los y las pacientes, Taila, una niña hospitalizada a la planta de cirugía pediátrica, ha trasladado que “recibir una rosa el día de Sant Jordi hace mucha ilusión”. Ariadnee, una adolescente de la planta de Oncología Pediátrica, ha añadido que “con esta rosa ayudáis a investigar y ganar tiempo”. Mientras que Elena, paciente geriátrica del Hospital General, ha querido agradecer que “la rosa mujer ánimos a quienes más lo necesita”. 

“Sant Jordi és una rosa mig declosa” y en Vall d'Hebron, sobre todo, es una rosa solidaria.