El Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han patentado un biomarcador capaz de identificar una proteína que puede predecir el riesgo de hemorragia después del tratamiento del ictus. La licencia la han vendido a la empresa Gendiag, que desarrollará la tecnología.El activador del plasminógeno tisular (tPA) es el medicamento trombolítico más común para ayudar a disolver rápidamente el coágulo y minimizar los daños que pueda provocar el ictus en el cerebro del paciente. Pese a los beneficios, este tratamiento puede producir hemorragias. En este sentido, los investigadores del Instituto de Neurociencias de la UAB y el grupo de investigación de enfermedades neurovasculares del VHIR han trabajado en equipo para “ayudar al médico a decidir si una persona puede ser tratada de manera segura”, según explica la Dra. Mercedes Unzeta de la UAB.Los investigadores han comprobado que la determinación plasmática de la proteína B-001 predice la aparición de hemorragias en pacientes con ictus isquémico después del tratamiento con tPA. A través de un estudio clínico con 140 pacientes tratados en las tres primeras horas después de la aparición de los síntomas, han concluido que los altos niveles de este biomarcador en comparación con los valores de referencia indican una elevada probabilidad de un episodio hemorrágico y un empeoramiento en la evolución neurológica de los pacientes. Los doctores Hernández-Guillamón y Joan Montaner del VHIR consideran que el uso de este biomarcador podría incrementar la seguridad del tratamiento trombolítico y hacerlo extensible a muchos más pacientes, ya que actualmente menos del 10 por ciento de los ictus se benefician del tratamiento con tPA.El ictus o accidente cerebrovascular es la segunda causa principal de muerte en el estado español y la causa más frecuente de discapacidad en adultos a nivel mundial. La mayoría de los ictus están provocados por coágulos de sangre que bloquean un vaso sanguíneo del cerebro y no permiten el flujo de sangre.