02/06/2022 Vall d’Hebron describe un nuevo mecanismo para entender el mantenimiento a largo plazo del reservorio celular del VIH Grupo de Enfermedades Infecciosas del VHIR participante en el estudio. 02/06/2022 Las células con VIH que expresan la molécula CD32 son más resistentes a la acción de las células natural killer del sistema inmunitario, las cuales son clave para la lucha contra infecciones víricas. La terapia antirretroviral que se utiliza para el tratamiento de la infección por VIH no es capaz de eliminar completamente el virus del cuerpo. Esto es debido a que el virus queda escondido de forma latente en algunas células. Son los reservorios celulares, los cuales se pueden encontrar en diferentes zonas, como los nódulos linfáticos o el tracto gastrointestinal. Estos reservorios pueden reactivarse si se suspende temporalmente el tratamiento antirretroviral o en algunas regiones del cuerpo donde la terapia no puede llegar completamente. Un estudio del grupo de Enfermedades Infecciosas del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha identificado que, entre estas células que se reactivan después de un período de latencia, se encuentran los linfocitos T CD4+ que expresan una molécula en su superficie conocida como CD32. Los resultados del proyecto, publicados en la revista eLife, aportan nuevos datos para entender el mantenimiento a largo plazo del reservorio del VIH. Los investigadores han demostrado que los linfocitos que expresan CD32 son especialmente resistentes a la acción de las células natural killer (NK), un tipo de células del sistema inmunitario clave para eliminar las células infectadas. Las NK pueden actuar produciendo directamente la muerte de las células con la infección, pero también pueden ir guiadas por anticuerpos, es decir, tienen la capacidad de reconocer los anticuerpos unidos a las células y producir su muerte. “Hemos encontrado que los linfocitos infectados que expresan CD32 son resistentes a este segundo mecanismo mediado por anticuerpos y, por lo tanto, tienen mayor capacidad de supervivencia y de perpetuar el reservorio celular del virus”, afirma el Dr. Antonio Astorga, primer autor del artículo como parte de su tesis doctoral en el grupo de Enfermedades Infecciosas del VHIR. CD32 dificulta la unión de anticuerpos específicos contra el VIH La molécula CD32 es un receptor inespecífico de inmunoglobulina G (IgG), un conjunto de anticuerpos que se encuentra de forma abundante en la sangre y que ofrece protección contra un gran número de infecciones. Así, muchos anticuerpos inespecíficos y otras moléculas del sistema inmunitario pueden unirse a CD32 en la superficie de los linfocitos T CD4+ infectados por VIH y, por lo tanto, impide la correcta unión específica de los anticuerpos específicos contra el VIH. “Si los anticuerpos contra el VIH no pueden unirse a las células infectadas de forma adecuada, las células NK no pueden reconocerlas y, por lo tanto, no se lleva a cabo la respuesta citotóxica, no pueden eliminarlas. CD32 les sirve como mecanismo de protección”, asegura la Dra. María José Buzón, co-jefa del grupo de Enfermedades Infecciosas del VHIR. Se ha observado, también, que las células que expresan CD32 tienen una mayor capacidad de proliferación. Este estudio aporta conocimiento para entender el mantenimiento de los reservorios celulares del VIH durante períodos largos de tiempo y, en especial, de las células que expresan CD32. “Es importante ahora buscar nuevas estrategias dirigidas hacia la eliminación de los linfocitos T CD4+ que expresan CD32 para conseguir eliminar la infección por VIH”, concluye la Dra. Buzón. Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp