28/12/2021 Vall d’Hebron lidera un estudio internacional para mejorar el manejo de pacientes con COVID-19 que necesitan oxigenación extracorpórea 28/12/2021 El estudio ECMOVIBER, realizado a partir de 338 pacientes que han recibido apoyo con ECMO por una infección por coronavirus grave en 24 centros de España y Portugal, detecta los factores asociados con una mayor mortalidad hospitalaria. La investigación ECMOVIBER, liderada por el grupo de Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha analizado un total de 338 pacientes graves con COVID-19 que requirieron oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) para resolver la falta de oxígeno o hipoxia a consecuencia de la infección durante el periodo entre el 1 de marzo al 1 de diciembre de 2020. En un primer análisis, los investigadores ya encontraron variaciones significativas en la mortalidad entre las diferentes fases de la pandemia, resultados publicados en la revista más importante del paciente crítico, Intensive Care Medicine Journal. En este segundo subanàlisis, se han identificado los factores asociados con una mayor mortalidad entre los pacientes que necesitan canulación e inicio de apoyo con ECMO por COVID-19 grave. El estudio, publicado en la revista de la Sociedad Europea de Respiratorio, European Respiratory Journal, supone un adelanto relevante en la optimización de la indicación del apoyo y el manejo de estos pacientes con alto riesgo vital. Los pacientes que participaron en el estudio tenían una edad media superior a los 53 años y la mayoría eran hombres. Necesitaron ser canulados después de una media de cinco días de necesitar ventilación mecánica (entre 3 y 9 días), siete días después de ingresar en la UCI (entre 4 y 13 días) y 17 después de la manifestación de los primeros síntomas (entre 12 y 22). Más de un 40% necesitaron canulación en un centro sin capacidad ECMO y transporte con el apoyo extracorpóreo al ECMO Center referente. Después de una media de 17 días de apoyo extracorpóreo y 51 días de ingreso hospitalario, un 48,9% pudieron volver a casa, un 48,9% murió en el hospital -156 pacientes en cada caso- y siete de ellos continuaban todavía hospitalizados después de los seis meses de seguimiento del estudio. El estudio ECMOVIBER concluye que cuanto más días pasan entre la aparición de los síntomas y el establecimiento del ECMO, peor es el pronóstico de estos pacientes. Este margen de tiempo incluye el periodo con técnicas de oxigenación no invasivas previas a la intubación. Otros factores que se asocian con una mayor mortalidad son una cánula de drenaje poco gruesa, una excesiva rigidez pulmonar previa a la ECMO y unos niveles bajos de presión respiratoria positiva durante los primeros días de apoyo. El estudio también recomienda concentrar estos pacientes en centros con un alto volumen de pacientes de ECMO y, por lo tanto, experiencia. Y observa que, a la hora de realizar la criba de los pacientes que más pueden beneficiarse de la oxigenación extracorpórea, la edad es un factor fundamental: por encima de los 65 años, la ratio de mortalidad es cuatro veces superior. “En un contexto de incertidumbre como es una pandemia, es crucial para todos aquellos que usamos ECMO tener unos criterios claros tanto en cuanto a la selección de los pacientes como al manejo de la técnica y el estudio ECMOVIBER está orientado a esto”, destaca el Dr. Jordi Riera, director del Programa ECMO de Adultos del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador principal del grupo de investigación en Shock, Disfunción Orgánica y Resucitación (SODIR) en el Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). “Los resultados de este proyecto colaborativo, uno de los más grandes en la materia en el ámbito internacional, tienen un impacto mayor en los algoritmos de manejo de estos pacientes infectados en una situación de vida o muerte”, concluye. Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp