El Dr. Miquel Casas, responsable del grupo Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebron, ha presentado los primeros resultados del estudio “Avaluación y tratamiento de los factores psicopatológicos implicados en la conducción de riesgo y siniestralidad vial”. En una muestra de 500 individuos, los investigadores han detectado que aproximadamente el 40% de los conductores que asisten a los cursos de recuperación del permiso de conducir probablemente sufran una psicopatología como los trastornos de atención y de impulsividad que provocarían la conducción de riesgo.El estudio ha sido presentado en la "http://premsa.gencat.cat/pres_fsvp/AppJava/notapremsavw/detall.do?id=229852&idioma=0" V Jornada de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, donde el Dr. Casas ha explicado que "el objetivo final de esta investigación es contribuir a la reducción de la siniestralidad, otorgando a los factores psicopatológicos un peso relevante en la conducción de riesgo que ha supuesto una infracción grave de la normativa reiteradamente". Para darle la importancia que se merece, el investigador del VHIR aboga por la identificación, el diagnóstico y el tratamiento preventivo de casos de trastornos psicopatológicos que puedan tener consecuencias en el entorno viario. En los últimos 6 meses, el equipo de psiquiatras y psicólogos del Vall d’Hebron ha asistido a una de las sesiones de una veintena de cursos de recuperación del carné de conducir, para explicar a los asistentes los síntomas de los principales trastornos que acostumbran a estar vinculados a su comportamiento, como la falta de atención, de concentración, de orientación, el consumo de alcohol o de cannabis y la variabilidad en los estados de ánimo. Después de estas charlas, un 40 por ciento de los asistentes fue de forma voluntaria al hospital para ser diagnosticados y tratados. Trastornos que afectan a la conducciónLos principales trastornos psicopatológicos no psicóticos que pueden afectar claramente y de forma directa las habilidades de conducción de vehículos son los trastornos bipolares, los trastornos por déficit de atención e hiperactividad en adultos, los trastornos de la conducta, el síndrome de la fatiga crónica y los trastornos causados por el uso de sustancias psicotrópicas.Estos trastornos pueden provocar claros déficits de atención, una marcada dificultad para la evaluación objetiva de la realidad, un elevado nivel de impulsividad, así como una imperiosa necesidad de buscar situaciones que resulten estimulantes, con especial predilección para aquellas que puedan resultar peligrosas. Además, se trata de personas que presentan una baja capacidad para aceptar los límites, propensión a abusar de bebidas alcohólicas y drogas, elevada prevalencia de conductas auto y heteroagresivas, una baja capacidad para aceptar consejos o advertencias y predisposición a sufrir todo tipo de despistes y accidentes, especialmente laborales y de tráfico.Los patrones de conducta patológicos que se generan en estos pacientes tienden a ser altamente resistentes a la argumentación dirigida al cambio, se benefician poco de programas educacionales, responden mal a las medidas de castigo y claramente predisponen a la reincidencia en los actos transgresores. Es por estas razones que el Dr. Casas alerta que "si no se procede a su identificación, diagnóstico y tratamiento preventivo, pueden llegar a abocar a los sujetos que los sufren a la marginación social, a conductas auto y heteroagresivas, a la vulneración sistemática de normas y finalmente al delito". Medidas preventivasEn caso de confirmarse los resultados del estudio, los investigadores proponen implementar pruebas básicas voluntarias de evaluación psicopatológica en los exámenes para la obtención del permiso de conducir y ofrecer diagnóstico y tratamiento voluntario para los alumnos que den positivo, y efectuar cribados psicopatológicos a todos los conductores que pierden por primera vez todos los puntos del carné para ofrecerles un diagnóstico. No obstante, el equipo del Vall d’Hebron propone que los conductores reincidentes sean obligados a seguir un proceso de diagnóstico y un tratamiento si dan positivo, siempre y cuando quieran volver a sacarse el carné. Finalmente, también proponen ofrecer, como parte del cumplimiento de las medidas penales alternativas, diagnóstico y tratamiento a todas las personas que hayan sido condenadas a penas de prisión por delitos en la conducción. De hecho, el estudio, que se alargará durante dos años, se extenderá también a las prisiones catalanas, donde cerca de 800 personas cumplen condena por delitos relacionados con la conducción.El proyecto ha sido impulsado por el Servei Català del Trànsit, el Departamento de Interior y el de Sanidad de la Generalitat, con la colaboración de la Cátedra de Seguridad Vial de la Universitat Autònoma de Barcelona i el RACC.