El pasado 28 de septiembre, Biocat y la patronal CataloniaBIO & HealthTech presentaron el informe de la BioRegión de Cataluña del año 2020, el estudio de referencia que analiza el sector de las ciencias de la salud y de la vida en Cataluña.En el informe, se desgrana la importancia de este sector para el bienestar de la población y en la competitividad del país, y cómo este se fundamenta sobre una investigación de excelencia internacional, un sistema de educación de calidad y una red amplia y sólida de talento, instituciones y empresas que trabajan para el avance y la evolución de este. Desde 2010, los indicadores de éxito han crecido de forma sostenida, y la contribución actual al PIB de Cataluña de las empresas y servicios de salud es del 7,3%. En los últimos años ha habido un boom de oportunidades y profesionales enfocados a la generación de nuevas oportunidades y para hacer de la BioRegión un polo de atracción internacional. De hecho, Cataluña es desde 2016 la mejor región del sur de Europa en términos de inversión.Así, el volumen de capital captado por las empresas de la BioRegión no ha parado de crecer, sobre todo en el subsector de la salud digital, que se ha multiplicado por 3,5 desde 2016. Este 2020 la cifra total de inversión anual en la BioRegión ha alcanzado ya en septiembre un récord de 120M euros. Ya son 5 los años en los que se han llegado a levantar más de 100M euros invertidos en empresas de ciencias de la vida y la salud, entre las cuales destaca Anaconda Biomed, una start-up que desarrolla una tecnología del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y que levantó 15 y 20 millones de euros los años 2017 y 2019 respectivamente para validar clínicamente la tecnología. Gran parte de este capital se destina y es básico para avanzar los 41 fármacos y terapias que se encuentran en fases clínicas, entre los cuales se incluye el MSC-1 de Mosaic Biomedicals, una de las spin-offs del VHIR y el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO).El informe se hace eco y pone énfasis en el origen de muchos de estos fármacos, terapias y tecnologías en institutos hospitalarios, centros de investigación y universidades. La relevancia que tiene Cataluña en términos de volumen e impacto de la producción científica en ciencias de la vida destaca en las comparativas con países líderes europeos similares en tamaño y población, así lo hace también la capacidad de levantar fondos competitivos europeos y en la obtención de ayudas ERC. En cuanto a patentes, Cataluña también destaca y la contribución del sector público es importante ya que 1 de cada 3 patentes es solicitada por una entidad de investigación. Es destacado mencionar que el VHIR se coloca como la tercera institución de investigación, por detrás de dos grandes universidades como son la UPC y la UAB, en número de patentes solicitadas. Esta posición refleja la excelente ciencia y con alto componente traslacional y aplicable que se genera en una institución de investigación vinculada a un hospital.Es notoria la importancia de los hospitales catalanes como Vall d'Hebron en posicionar la BioRegión en el panorama global de la investigación clínica, y es que esta se sitúa en el top 15 mundial y en el top 10 europeo en número de ensayos clínicos activos durante 2019, muchos de ellos en colaboración con compañías farmacéuticas multinacionales.A pesar de este crecimiento en la relevancia de la BioRegión, el informe hace especial inciso en los retos de futuro que hay por delante. Y es que los indicadores de competitividad europeos indican que Cataluña tiene dificultades para generar innovación. Así pues, no debemos cegarnos con los éxitos de los últimos años y es necesario impulsar la escalada de un sector sólido que tiene el potencial de ser clave como motor de toda la economía y la sociedad. Hay que hacer la innovación académica robusta y competitiva, abordando retos en transferencia de tecnología. Hay que atraer y desarrollar nuevo talento que aporte al ecosistema para hacer frente a los requisitos y a las transformaciones del sector. Es necesario seguir incrementando la movilización de capital y la atracción de inversión, impulsando más y mejores proyectos invertibles. Por todo eso también se determina como necesario un sistema público de salud económicamente sostenible y de calidad, capaz de adoptar la innovación de valor de manera ágil, estructurada y transparente.