La neurodegeneración es un aspecto crucial en la patogenia de la retinopatía diabética, de ahí la trascendencia clínica de las investigaciones encaminadas a descubrir e identificar nuevas estrategias terapéuticas basadas en la neuroprotección. El nombre de Rafael Simó Canonge se asocia inmediatamente con esta línea de trabajo, con significativas y numerosas contribuciones del grupo de investigación que lidera. Este experto, que es jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) y jefe del grupo de investigación en Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha recibido hoy el premio Alberto Sols de la Fundación SED, que reconoce la trayectoria científica en investigación básica senior en diabetes.

En la conferencia de entrega de este galardón, este experto ha asegurado que “la evaluación y manejo de la retinopatía diabética va a dar un cambio radical en los próximos 5 años”, mostrándose particularmente satisfecho de haber podido contribuir, junto a su equipo, a este cambio.

Importantes contribuciones

Entre otras aportaciones, el grupo de investigación liderado por el Dr. Simó ha demostrado que en los estadios incipientes de la retinopatía diabética existe una disminución en la producción de sustancias neuroprotectoras de síntesis local en la retina, tanto en la diabetes experimental como en las personas con diabetes. Esta disminución favorece la neurodegeneración de la retina y las primeras alteraciones vasculares. Además, se ha confirmado que el tratamiento con agentes neuroprotectores, tales como los agonistas del receptor del GLP-1 o los inhibidores de los DPP-IV, es eficaz en la prevención, e incluso regresión, de la retinopatía diabética incipiente en diversos modelos experimentales.

En estos estadios tan precoces de retinopatía diabética, la administración de inyecciones intravítreas (normalmente utilizadas para el tratamiento de fases avanzadas de la enfermedad), se considera un planteamiento demasiado agresivo. En este sentido, como apunta el Dr. Simó, “nuestro grupo ha sido pionero en demostrar que la administración tópica ocular (colirio) de muchos de estos agentes neuroprotectores es efectiva en prevenir la neurodegeneración de la retina”; por consiguiente, añade, “hemos abierto una nueva estrategia terapéutica basada no solo en el concepto sino en la ruta de administración”.

Ahora, el gran reto es demostrar su seguridad y efectividad en humanos. Para ello, como explica el Dr. Simó, “hemos creado recientemente D-Sight, una spin-off del VHIR, cuyo principal objetivo es comercializar el colirio de sitaglitina (un inhibidor de DPP-IV), con el fin de dar respuesta a una necesidad no cubierta como es el tratamiento de los estadios incipientes de la retinopatía diabética”.

Además de este proyecto, el grupo de investigación del Dr. Rafael Simó está inmerso en la exploración y evaluación de otras dianas terapéuticas, tanto para los estadios incipientes como para fases más avanzadas de esta enfermedad, obteniendo por el momento resultados muy prometedores que, incluso, se extienden también a otra enfermedad muy prevalente: el glaucoma.

Igualmente, como destaca el ganador de la presente edición del premio Alberto Sols de la Fundación SED, “estamos muy interesados en utilizar las imágenes y registros de la retina como elementos de predicción de riesgo cardiovascular y deterioro cognitivo”. Así, están coordinando un proyecto europeo (RECOGNISED), a fin de evaluar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 de más de 65 años; se espera que a finales del 2024 se dispongan de los primeros resultados.

Un premio especial…y con mensaje

En la concesión del premio de la Fundación SED se han tenido en cuenta todos estos méritos acumulados a lo largo de las últimas décadas por este investigador, un reconocimiento de la SED y, en definitiva, de los compañeros de profesión a la trayectoria de investigación en diabetes y, en particular, en el ámbito de la retinopatía diabética. “Estoy muy orgulloso por el premio, que es un hito en mi carrera investigadora y que debemos disfrutar todos los miembros del grupo que lidero”, declara el Dr. Simó, quien deja asegura que “sin un equipo bien organizado es imposible ser competitivo en el mundo actual”.

Como mensaje general, el experto del Hospital Universitario Vall d’Hebron aclara a los más jóvenes que “la investigación necesita de estudio, paciencia y mucha perseverancia”. Tal y como afirma el Dr. Rafael Simó, “en nuestro país existe mucho talento, que hay que saber encauzar, motivar y retribuir de forma justa, siendo ésta la forma de garantizar el relevo generacional en los grupos de investigación; de lo contrario, todos los esfuerzos realizados no tendrán continuidad y se difuminarán en el curso de la historia”.