"Solo un ser humano puede cuidar de otro ser humano". Con esta reflexión, la Dra. Elena Carreras, jefa de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y jefa del grupo de Medicina Materna y Fetal del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), finalizó el discurso con el que recibió este martes por la noche el Premio Trifermed por el impacto social de su trayectoria cuidando la salud de las mujeres. Estas palabras reflejan su talante y el del equipo de Obstetricia y Ginecología de Vall d’Hebron, que ha transformado un servicio en el que pacientes y profesionales van de la mano para ofrecer una atención personalizada y adaptada a las necesidades de cada persona. Un ejemplo de ello es la integración de la perspectiva de género, un enfoque con mirada social —como en la cesárea pro vínculo— y los avances en tecnología que han permitido mejorar la salud de los pacientes, como la reparación fetoscópica prenatal de la espina bífida, una intervención del feto en el vientre materno que requiere una alta especialización y técnicas avanzadas.

El auditorio AXA de L’Illa Diagonal acogió la gala de la octava edición de los Premios Trifermed, fundados por Sergi Trilla en 2015, con la idea de reconocer a personas y organizaciones que contribuyen a la mejora de la salud de la sociedad y logran cambios con su pasión, empatía y compromiso con la salud pública. Este año, además de la Dra. Elena Carreras, que recogió el galardón en la categoría "Pioneer Leadership in Women’s Health", también fueron reconocidos Candela, de Polseres Candela; la Dra. Núria Oliver, experta en inteligencia artificial, y el equipo del Dr. Pere Albajar, en representación del programa de control de la enfermedad de Chagas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para mostrar el impacto social de la trayectoria de los premiados, la organización llenó la gala de sorpresas. Para Vall d’Hebron, uno de los momentos más emotivos fue cuando Rodrigo, un niño de 10 años con espina bífida operado en el vientre materno por el equipo de Elena Carreras, subió al escenario con su balón de rugby para explicar que es el primer niño del Estado con espina bífida federado en esta disciplina. Las 400 personas que estaban en el auditorio sintieron una palpitación en el corazón. Era emoción. Es uno de los ejemplos de cómo la tecnología y la excelencia de los profesionales tienen un impacto en la salud de las personas.

Un liderazgo basado en la empatía

Como jefa del servicio de Obstetricia y Ginecología, la Dra. Elena Carreras ha formado un equipo altamente cohesionado que sigue innovando y transformando la atención sanitaria para las mujeres. En la gala, estuvo acompañada por parte de su equipo, la Dra. María José Abadías, directora asistencial, y el Dr. José Manuel Domínguez, subdirector asistencial, a quienes dedicó unas palabras. "El reconocimiento del impacto social de una trayectoria no es un mérito exclusivo mío, sino compartido con tantos y tantos colegas con quienes hemos recorrido juntos el camino y con quienes quiero compartir este reconocimiento", dijo.

En su intervención, repasó cómo ha cambiado la atención a las pacientes en las últimas décadas. "La única razón de ser de nuestra profesión es cuidar de las pacientes, y esto lo hemos hecho de diversas maneras a lo largo de los años", destacó. De una atención tradicionalmente paternalista, en la que se decía a las pacientes qué debían hacer, se pasó a poner a la paciente en el centro. "Entonces, se hacían cosas por las pacientes, pero sin escucharlas mucho", dijo, para luego explicar que la auténtica revolución llegó cuando profesionales y pacientes comenzaron a trabajar juntos para lograr la mejor salud y bienestar para ambas partes. "Es esta conjunción y trabajo en equipo lo que nos ha llevado a dos máximas preciosas: hablando la gente se entiende, y solo un ser humano puede cuidar de otro ser humano", concluyó.

Una revolución en la salud femenina

El Dr. Josep Tabernero, jefe de Oncología Médica de Vall d’Hebron y miembro del jurado de los Premios Trifermed, fue el encargado de entregar el galardón a la Dra. Elena Carreras, a quien describió como "una mujer transformadora que lidera transformaciones". Desde sus inicios como médica en Vall d'Hebron, la Dra. Elena Carreras ha trabajado para cambiar las dinámicas de la atención ginecológica, introducir una perspectiva de género, escuchar a las pacientes e integrar sus preferencias en los procesos médicos. Un ejemplo de ello es la implantación de proyectos innovadores como la cesárea pro vínculo, la consulta de obstetricia social o el plan de parto personalizado. Estos cambios han hecho que las mujeres y sus familias se sitúen en el centro de los cuidados médicos, dándoles poder de decisión sobre su proceso médico. La Dra. Lídia Illan, adjunta del Servicio de Obstetricia y Ginecología, fue una de las testigos invitadas a la gala que explicaron en primera persona el impacto social de esta atención que Vall d’Hebron ofrece a las pacientes. Acompañada de su hijo, recordó el parto respetado que tuvo con una cesárea pro vínculo.

Entre los avances que han mejorado la salud de los pacientes, destacan la citada reparación fetoscópica prenatal de la espina bífida, el cribado de la preeclampsia —una patología relacionada con la mayor mortalidad materna— o el uso del pesario para prevenir el parto prematuro, una solución económica y efectiva. Además, ha liderado programas de intervención quirúrgica, mejorando las posibilidades de vida de los bebés afectados.

Para la Dra. Elena Carreras y el equipo de Vall d’Hebron, estos premios tienen un añadido emocional, ya que el padre de su organizador fue médico del hospital. El Dr. Víctor Trilla, ginecólogo y profesor de la Dra. Elena Carreras, creó el servicio de Anatomía Patológica en el Hospital Infantil y de la Mujer.