19/06/2023 Un encuentro entre profesionales y pacientes de Parkinson destaca los nuevos enfoques en la terapia de la enfermedad Profesionales y pacientes participantes en la Jornada de Parkinson. 19/06/2023 La segunda edición de la Jornada de Parkinson ha permitido compartir conocimientos y experiencias centrados en la terapia más allá de la levodopa, considerada la estándar para mejorar los síntomas motores de los pacientes. La segunda edición de la Jornada de Parkinson vuelve a ser un éxito que ha permitido el encuentro entre profesionales de Vall d’Hebron y personas afectadas por la enfermedad. La sesión ha sido una oportunidad para compartir con la sociedad el nuevo conocimiento generado en los últimos años en relación a estrategias de tratamiento de la enfermedad, y donde también los pacientes han sido protagonistas explicando su experiencia con el Parkinson. El Dr. Miquel Vila, jefe del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha dado la bienvenida al acto comentando que “el espíritu de la sesión es tener un espacio donde las personas con Parkinson, cuidadores y profesionales podamos interactuar, con el objetivo de avanzar conjuntamente para mejorar la calidad de vida de los pacientes y encontrar una cura para el Parkinson”. Por su parte, el Dr. Xavier Montalban, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, jefe del grupo de Neuroinmunología Clínica del VHIR y director del Cemcat, ha destacado que “en Vall d’Hebron dedicamos muchos esfuerzos que impulsar la investigación clínica en enfermedad de Parkinson, y para ello es esencial que los pacientes participen en la toma de decisiones”. Cuando se describió la enfermedad de Parkinson a principios del siglo XIX, se definió únicamente por las alteraciones motoras que se observaban en los pacientes. Más adelante, se identificó que el trastorno se produce por la degeneración de las neuronas que producen dopamina en la substancia negra del cerebro. Es por esto que aún hoy en día el tratamiento estándar por los pacientes con Parkinson es la levodopa, la cual es capaz de suplir el déficit de dopamina y ayuda notablemente a controlar los síntomas motores, aunque no frena la neurodegeneración. En los últimos años, se ha descubierto que la enfermedad de Parkinson es mucho más que una enfermedad con alteraciones motoras que dependen de la dopamina, sino que a menudo también aparecen muchos síntomas no motores que también tienen impacto en la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias. Estos síntomas, como por ejemplo alteraciones gastrointestinales y urinarias, ansiedad, depresión, fatiga, etc., dependen de otros núcleos del cerebro y de otras vías diferentes a la de la dopamina. Es por esto que, a la hora de tratar la enfermedad, es necesario ir más allá de las terapias dopaminérgicas como la levodopa. En este sentido, el Dr. Jorge Hernández Vara, neurólogo adjunto de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Vall d’Hebron e investigador del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del VHIR, ha dado el pistoletazo de salida en la jornada poniendo el foco en los factores implicados en la aparición y desarrollo de la enfermedad, tanto genéticos como ambientales, y las potenciales dianas terapéuticas que se han investigado en los últimos años y que pueden utilizarse para modificar el curso de la enfermedad con el objetivo de avanzar hacia una medicina de precisión y personalizada. A continuación, ha sido el turno de Laia Ordóñez, paciente de Parkinson y miembro de la Asociación Con P de Párkinson. Mediante su experiencia, ha presentado algunos consejos para destacar la importancia de la nutrición y la alimentación en el Parkinson. Por ejemplo, sería recomendable promover una dieta con alimentos antiinflamatorios y antioxidantes con el objetivo de disminuir la neuroinflamación crónica, el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial características de la enfermedad. A la presentación de Ordóñez la ha seguido la de la Dra. Ariadna Laguna, investigadora principal del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del VHIR, quien ha presentado la evidencia científica en cuanto al impacto de la nutrición en la enfermedad. Ha explicado las evidencias que apoyan la participación del eje cerebro-intestino en el desarrollo de la enfermedad y cómo alteraciones en la microbiota intestinal podrían contribuir a la aparición o el incremento de la frecuencia e intensidad de los síntomas motores y no motores de la enfermedad. También ha revisado algunas de las estrategias que se están testando actualmente en ensayos clínicos relacionadas con la modificación de la función del eje cerebro-intestino. Francesc Sirvent, paciente de Parkinson de Vall d’Hebron, ha aportado su visión como persona afectada por la enfermedad y cómo el ciclismo le ayuda en su día a día, y cómo le libera de las preocupaciones que afronta con la enfermedad. Es la muestra de que el ejercicio físico puede ayudar también al manejo de la enfermedad. Seguidamente, la Dra. Marta Martínez Vicente, investigadora principal del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del VHIR, ha presentado algunas de las nuevas estrategias terapéuticas que se están investigando en el laboratorio y el impacto que pueden tener en la práctica clínica. En los últimos años, la investigación básica realizada por el equipo ha permitido proponer y validar nuevas herramientas de diagnóstico y tratamientos para la enfermedad de Parkinson. La Dra. Martínez Vicente ha destacado que el uso de muestras biológicas de los pacientes que voluntariamente participan en los proyectos de investigación es fundamental para llevar a cabo esta investigación preclínica, paso previo y esencial para poder trasladar los resultados a la práctica clínica. La jornada ha finalizado con otro de los puntos clave para los pacientes con Parkinson: el bienestar emocional y el apoyo social. Laura Morer, directora de la Asociación Catalana para el Parkinson, ha explicado cómo una asociación de pacientes puede dar soporte en este sentido y qué terapias adicionales, como la logopedia, la fisioterapia, la psicología, el baile o los talleres de memoria, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes. La sesión ha sido una oportunidad para compartir con la sociedad el nuevo conocimiento generado en los últimos años en relación a estrategias de tratamiento de la enfermedad, y donde también los pacientes han sido protagonistas explicando su experiencia con el Parkinson. Twitter LinkedIn Facebook Whatsapp