normal El artista Toni Ramírez expone desde el 1 de abril y hasta el 27 de mayo, ocho de sus obras en el vestíbulo del Hospital Maternoinfantil Vall d'Hebron. La exposición Una vida de cuentos tendrá una vertiente solidaria. Los cuadros se venderán y la mitad de la recaudación se destinará al programa de becas predoctorales del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR). Una iniciativa que ha celebrado el gerente del Hospital, el Dr. Vicenç Martínez Ibáñez, que ha destacado que esta iniciativa "liga arte y solidaridad, investigación y medicina" y permitirá "potenciar una de las vertientes del nuevo Campus Vall d'Hebron, la investigación". normal Ramírez ha explicado por qué decidió colaborar con el Vall d'Hebron y el VHIR. "Son centros de referencia en múltiples disciplinas, como la oncohematología, especialidad que me ha tocado conocer", por eso, "mi intención es aportar mi pequeño grano de arena en la investigación y la formación de futuros profesionales que trabajen para diagnosticar enfermedades de la forma menos agresiva posible, mejorando la calidad de vida de los pacientes". Todo ello "gracias a la innovación, la tecnología y el esfuerzo" de los profesionales de ambas instituciones. normal En el mismo sentido, el director del VHIR, el Dr. Joan Comella, ha destacado que "acciones como la de Toni Ramírez nos hacen sentir orgullosos, porque gracias a lo que se recaudará con la venta de los cuadros podremos financiar parte de una beca predoctoral en nuestro Instituto". Una vida de cuentosLos ocho cuadros que se pueden ver en Vall d'Hebron son obras de gran formato, de estilo figurativo surrealista, pintadas con pintura acrílica e inspiradas en los personajes de los cuentos infantiles clásicos. Pinocho, Alicia en el País de las Maravillas, Blancanieves o el Flautista de Hamelín son algunos de los protagonistas. También se podrá ver Amantes voladores de Carnaval, la obra que Ramírez presentó al concurso de carteles del Carnaval de Reus.Toni Ramírez se inició en el mundo de la pintura en el año 2010, de manera autodidáctica. Lo hizo tras ser diagnosticado de cáncer. El hecho de pintar se convirtió en una terapia, inspirada por autores como Salvador Dalí, Amedeo Modigliani o Fernando Botero, con una clara intención de descontextualizar a los personajes y a los espectadores.