La nueva Guía Española de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GesEPOC 2025) ya está disponible e incorpora una actualización profunda de las recomendaciones para su diagnóstico, seguimiento y tratamiento. El documento, publicado en la revista Archivos de Bronconeumología, ha sido dirigido y coordinado por el Dr. Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador principal del grupo de Neumología del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), quien también es el primer firmante.

Esta nueva edición, que refuerza el papel de Vall d’Hebron en la generación de conocimiento y en la mejora de la atención a los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, nace del trabajo conjunto de las principales sociedades médicas implicadas en la atención a la EPOC: neumología, medicina interna, farmacia hospitalaria y atención primaria. El resultado es un documento de consenso que actualiza la práctica clínica según la evidencia científica más reciente y que sirve de referencia para profesionales de todo el país.

Una enfermedad prevalente que requiere criterios actualizados

La EPOC es una de las enfermedades crónicas más frecuentes y una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a escala mundial. Fuertemente asociada al tabaco y a la exposición a agentes irritantes inhalados, es una patología progresiva que puede generar limitación respiratoria, agudizaciones repetidas y un impacto significativo en la calidad de vida.

Ante esta carga clínica y social, disponer de una guía actualizada es esencial para armonizar el diagnóstico, identificar a los pacientes con mayor riesgo y orientar el tratamiento en cada etapa de la enfermedad. “La guía pretende que cada profesional, desde la atención primaria hasta la hospitalaria, pueda tomar decisiones con criterios uniformes y basados en la evidencia”, explica el Dr. Miravitlles.

Hacia un tratamiento más personalizado

La nueva GesEPOC incorpora avances en la forma de clasificar a los pacientes, en la identificación de los fenotipos clínicos y en la selección del tratamiento más adecuado en función del riesgo y de los rasgos clínicos característicos. El documento también destaca la importancia de mejorar el diagnóstico precoz, aún insuficiente y esencial para mejorar el pronóstico, así como de identificar los llamados “rasgos tratables” que pueden condicionar la evolución, como la bronquitis crónica, las agudizaciones recurrentes o la presencia de eosinofilia.

Además, la guía revisa en profundidad el papel de los distintos tratamientos disponibles y establece criterios actualizados para utilizarlos de forma más adecuada. Uno de los cambios más relevantes es la incorporación de un modelo de toma de decisiones basado en la evidencia que combina los síntomas, el riesgo de agudizaciones y los biomarcadores, especialmente los eosinófilos en sangre, para orientar el uso de corticoides inhalados y otras terapias avanzadas. También redefine el papel de los broncodilatadores y actualiza las situaciones en las que es necesario intensificar o reducir el tratamiento, con el objetivo de mejorar el control clínico y reducir efectos adversos innecesarios.

La GesEPOC 2025 introduce igualmente criterios más claros para identificar a los pacientes que pueden beneficiarse de tratamientos adicionales, como mucolíticos, macrólidos a largo plazo o fármacos biológicos dirigidos a determinados perfiles inflamatorios. El documento incorpora nuevas evidencias sobre estos tratamientos y ofrece recomendaciones consensuadas para que los profesionales puedan seleccionar con mayor precisión las opciones que aportan un beneficio real. Con este enfoque, la guía refuerza la necesidad de un manejo integral y continuado, en el que la evolución y la respuesta clínica del paciente sean elementos clave para adaptar el tratamiento a lo largo del tiempo.

“La actualización recoge todo el conocimiento acumulado en los últimos años y lo organiza para que sea útil en la práctica diaria. Nuestro objetivo es que la guía facilite decisiones precisas que ayuden a evitar agudizaciones y mejorar la evolución clínica del paciente”, apunta el Dr. Miravitlles, quien también subraya que la actualización responde a la necesidad de integrar los nuevos tratamientos y definir mejor los perfiles que pueden beneficiarse de ellos: “En los últimos años han aparecido opciones terapéuticas innovadoras y era imprescindible actualizar los criterios para indicarlas con rigor. Además, el trabajo conjunto con especialistas de distintas áreas aporta una visión muy completa y asegura que la guía se adapte a todas las realidades asistenciales”.