El grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha identificado una proteína clave, la sintenina-1, para que el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello adquiera resistencia ante ciertos quimioterápicos y también mayor agresividad. Así, esta proteína se convierte en una posible diana terapéutica para el tratamiento de un tipo de cáncer con bajas tasas de supervivencia cuando se diagnostica en etapas avanzadas. El trabajo, publicado en la revista Cancers, se ha llevado a cabo juntamente con el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, el Hospital Universitario Central de Asturias – Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias ISPA (Dra. Juana García-Pedrero y Dr. Juan Pablo Rodrigo), el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, el Centro de Ciencias Omicas (COS) Unidad mixta Eurecat-Universidad Rovira i Virgili y el CIBER de Oncología (CIBERONC).

La resistencia al tratamiento es el principal factor que impacta en la baja supervivencia de los pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello, causada por la aparición de nuevas alteraciones en las células a lo largo de la formación del tumor. En primer lugar, los investigadores del trabajo estudiaron en cultivos celulares qué mecanismos moleculares y celulares están relacionados con la adquisición de la resistencia a la quimioterapia.

Compararon dos grupos de células de carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello, sensibles y resistentes al quimioterápico cisplatino, y observaron que los niveles de sintenina-1 eran más altos en las células resistentes al cisplatino. Estos niveles también estaban incrementados en las células madre de cáncer, un tipo de célula capaz de autorrenovarse y formar tumores desde cero. Son responsables de la formación y la progresión del tumor. Estas células se relacionan también con la resistencia a terapias, metástasis y recurrencia del tumor.

Para confirmar el papel de la sintenina-1, el equipo de investigadores e investigadoras bloqueó la expresión de esta proteína. Observaron que, si se bloqueaba la expresión de sintenina-1, las células recuperaban la sensibilidad al cisplatino y se reducía la multiplicación de las células dentro del tumor. “La sintenina-1 podría convertirse en una diana terapéutica prometedora para eliminar la resistencia a cisplatino y las células madre de cáncer y, por lo tanto, mejorar el pronóstico de los y las pacientes”, afirma la Dra. Matilde E. LLeonart, jefa del grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del VHIR.

En el mismo sentido, también se analizó la expresión de sintenina-1 en tumores de 382 pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello. Se comprobó que niveles elevados de esta proteína se asociaban con una mayor activación de la proteína Src (conocida por su implicación en otros tipos de tumores), una mayor agresividad del cáncer y con una peor evolución de los y las pacientes. Confirmaron, por lo tanto, que la sintenina-1 tiene un papel relevante en proliferación, migración, invasión y diferenciación en carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello.

El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello

El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello es el sexto tipo de cáncer más común en el mundo, el cual puede afectar a la cavidad oral, la faringe, la laringe, los senos paranasales, la cavidad nasal o las glándulas salivales. Si se diagnostica de forma precoz, generalmente es curable. Aun así, habitualmente los pacientes se diagnostican en etapas más avanzadas y, por lo tanto, requieren un tratamiento agresivo y la esperanza de vida es inferior. En muchas ocasiones esto es debido a la resistencia al tratamiento, la recurrencia del tumor o a la aparición de metástasis.

“El diseño de nuevos tratamientos dirigidos, así como la identificación de biomarcadores para el diagnóstico y la predicción del pronóstico, será esencial para mejorar la evolución de los pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello”, concluye la Dra. LLeonart.

Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).